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DEVELANDO MITOS DE LA NEUROCIENCIA

Abusamra et al. (2022)

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Mito #

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Un o una docente debe ser capaz de aplicar métodos de enseñanza que estimulen especialmente el lado derecho (creativo) para algunos alumnos y el lado izquierdo (racional) para otros.

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Un mito que se ha generado por la malinterpretación de los estudios sobre lateralidad es el que sostiene que el hemisferio derecho y el izquierdo pueden operar de modo independiente y caracterizar caprichosamente a una persona como “más analítica o más creativa”. Ha sido bastante difundida la idea de que el hemisferio izquierdo es analítico, secuencial y que “piensa” con palabras y números frente a un hemisferio derecho, de procesamiento más holístico y que “piensa” en imágenes. Si bien hay ciertos aspectos de estas afirmaciones que tienen valor de verdad, las dicotomías comportamentales que surgen de esta perspectiva son producto de una creencia popular reduccionista que condena a uno de los hemisferios a tomar las riendas y a definir un estilo cognitivo específico.

En relación con esto, se ha difundido la idea que estipula que el trabajo docente debería enfocarse en la estimulación diferencial de los lóbulos cerebrales para promover las habilidades de los alumnos. Más allá de la alta proporción de respuestas que apoyan el contenido de esta afirmación y de la seguridad en las respuestas, el mito no tiene sustento. 

La idea de que cada alumno/a puede tener una capacidad especial (con una base neurológica) rotula a las personas y limita sus capacidades de aprender cosas nuevas, explorar otras talentos e intereses. En algunos ámbitos es habitual escuchar sentencias como “Juan es más de hemisferio izquierdo y Federico de hemisferio derecho”. Esto ha, incluso, justificado el desarrollo de cursos sustentados por esta creencia, que se proponen revertir algunos aspectos y lograr una educación en la que se favorezca el desarrollo de un hemisferio u otro. El oportunismo se puso a la orden del día y comenzaron incluso a comercializarse “artefactos” que sincronizaban las ondas cerebrales de ambos hemisferios y que permitían potenciar sus características.

Un informe de la OCDE instala a este mito como uno de los más problemáticos a nivel educativo, una suerte de “virus anti-intelectual” que se filtra y se extiende como información errónea. Esto no niega la idea de que el cerebro tenga una estructura modular y que las funciones mentales superiores dependan de módulos localizados en uno u otro hemisferio, pero todo esto se concibe en el marco de una interacción constante.

Bibliografía

•Beynel, L, Deng, L., Crowell, C. A., Dannhauer, M., Palmer, H., Hilbig, S., Peterchev, A. V., Luber, B. Lisanby, S. H., Cabeza, R. , Appelbaum, L. G. y Davis, S.W.  (2020). Structural Controllability Predicts Functional Patterns and Brain Stimulation Benefits Associated with Working Memory.

•Dehaene, S. (2014). El cerebro lector: últimas noticias de las neurociencias sobre la lectura, la enseñanza, el aprendizaje y la dislexia. Siglo Veintiuno Editores.

•Ferreres, A. & Abusamra V. (2019). Neurociencias y educación. Buenos Aires: Paidós Educación.

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